martes, 22 de septiembre de 2015

Carta para recordar.

Hoy escribo lento para todos los que necesiten más tiempo para recordar. Pero que lo acaben haciendo. Que recuerden. Por favor.

Escribo con una punzada en el pecho. Con dolor de rabia y dejando en mi habitación gotas de tristeza por todos ellos. Por ti en particular. Por tus no recuerdos.

Hablo de noches de preguntas, de amaneceres con la duda.De papeles por doquier. De cosas que te dieron los mejores recuerdos de tu maravillosa vida. De tus bromas. De sus risas. 

No pensemos en ello.

De la segura elegancia que desprendíais de jóvenes. De todas las maravillosas personas que no pueden saber que no saben. Que hace tres días sonreía al vernos, que ayer pedía ayuda. Ya es tarde para verlo. Pronto para frenar. Para seguir con ellos. Para recordar tus aventuras por los pueblos. Por las fotografías en las que os veíais tan bien.



Dicen que ayer fue vuestro día. Contra ello. Se quedan muy muy cortos. Pasan años, y cada día es más vuestro. Os merecéis poder saberlo. Mientras tanto, quedémonos con la idea de que esos recuerdos nunca salen de ellos. Pensemos que no los recuerdan porque los guardan muy dentro. Porque esos recuerdos, son los más valiosos y no quieren compartirlos para que el mundo no les contamine. Esos recuerdos de consejos, de rostros familiares, de tu equipo de corazón, de tu corazón, de tu pasión. De las alegrías que te da tu nieto dedicándote la suya. 

La esperanza de siempre pensar en que cuando se levanten recuerden para ellos. Que por dentro vuelvan al parque y al campo en el cual corrieron, que tiren piedras y jueguen con ranas en el lago.
Que bailen junto a sus seres más queridos. Que recuerden lo que se quieren a ellos mismos.

Pongo en estos renglones un pedazo de lo que os siento. 
Ojalá esto no tenga sentido en un tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario