viernes, 8 de abril de 2016

Hazlo por ti.

Apaga incendios, que de noche la llama ilumina más, pero quema menos.
Apaga incendios y deja borradores de vida para otros, tú no dejes de soñar.

Ya hace tanto desde tu fugaz huida del reino que cuesta acordarse de las preguntas sin medida, las muchas confianzas y las pocas manos frías. Repito, apaga incendios. Baila sin pensar y mantén tu mente en blanco para que los giros y ajetreos de tu cuerpo la llenen de trazos a pulso fino. Sueña con casualidades. Fuerza derrochas de vida, de ganas de mundo a tus pies y paredes rendidas. Confío en no estar inmersos en dudas y malas cuentas tardías. Porque dolería. Tenernos en un puño y haber hecho el descuidado. Tirar por un gran peldaño como es la llegada del invierno todo lo que conseguimos en tres semanas de verano. Para nosotros siempre. Déjate ver, si sales de tus líneas y de verdad lo ves. Si no es para nosotros, hazlo por ti. Trátame como apoyo, porque jamás me fui, pero a la vez, me sigo yendo. 

"Quizás la ausencia de señales sea una señal."
Son estas veces que te encuentras rendido a pies de sus juegos de labia y recuerdos olvidados. Escondidos para no causar daño, pero buenos recuerdos. Con musas y pájaros que sienta bien pensarlos, solo que a destiempo. Dejarlo aquí para desahogos frustrados. Que es tarde, hace frío y son horas de almohada. A descansar, que todo irá más lento. Sigue riendo.

Y recuerda,
te sigo leyendo.

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