martes, 27 de enero de 2015

Te saco fuerzas.

No hay por qué hacer ruido. Podemos hablarnos con silencios. De día dándonos las buenas noches, de noche dándonos los buenos días. Podemos recorrer el mundo de puntillas, para ver más horizonte o para cortarnos lo menos posible con los cristales de tu voz. Lo importante no se dice hablando. Las palabras sobran cuando las caricias prefieren tus sabanas. Se sueña mejor después de oír tus suspiros insonoros. Los sonoros para los vecinos. Se amanece mejor sin mi parte de sabana conmigo. 

Un día tú llamarás insistentemente. Pide guerra para acabar el día, que nos acostaremos en la más tranquila de las paces. Vuelas tan alto que a mi vértigo no le caes bien. Te susurro desde tierra firme. 

No dejes oxidar tu comodín. 
Que cojan juego los pestillos entre nosotros. 

Bailemos pegados, despacio. Suspiremos lo bien que seguimos los pasos. 




sábado, 24 de enero de 2015

Hasta aquí (supongo).

Tardo en reaccionar. No es cuestión de echarme la culpa, salí de este mundo nuestro más lento que tú. Como eso que decía la canción, sí. Soy experto en echar leña sobre hogueras apagadas. Pero no pasa nada, nadie tiene porqué explotar en forma de olla a presión, que parece que estas fechas incitan.

Somos conscientes de nuestra realidad. De nuestro deseo de ver pasar los días helados de invierno, de que empiece a florecer de golpe el verano, engañando a la primavera, que se nos hace larga. Para ir comiendo días a esas noches. Que las promesas se cumplen de año en año. Que magia nos sobra y parece que la regalamos por ahí sin mirar de reojo las reservas. Pero que lleguen a verano, para cargarnos de espera. Que lo bueno siempre vuelva.

Que los sueños sencillos se nos cumplan. Viajemos a cada foto de tu habitación. Seremos felices, porque cuando nos veamos no querremos rostros largos. Sólo taras y perdiciones en forma de abrazos.



Como malabaristas al borde del acantilado en medio de la calma que sólo proporcionan las tormentas de otoño. Guardando el equilibrio necesario para caer de pie, de la mano. Aquí me tienes cada domingo, al otro lado. Aquí me tienes, de cuando en cuando. Hasta verano.

No le demos el placer al universo de vernos apagados.

lunes, 19 de enero de 2015

Pequeño chute de dulzura.

Fueron las hojas que tuvimos que apartar de nuestro camino las que nos llevaron hasta aquí. 
El no verlo antes de pisarlo, lo que nos engañó. Antes de bailar, claro.
Lo brillante que está tu piel mojada saliendo del mar de noche.
Imagina vivirlo todo con nuestro caos perfecto.
Cuando despertemos en otros templos, bien lejos, por el norte de tu cuerpo, por ejemplo.
Estamos tan cerca que da miedo no cogernos. Lento.
Sabremos guiarnos.Seguro nos entenderemos.

Dos soles que esperan tranquilos a salir. "De película las ganas de sus noches.", comentan entre sí. 
Dos estrellas haciéndose sentir.

"Cierra los ojos y desea, todo lo que quieras. Hoy es el primer día para vivir."



sábado, 17 de enero de 2015

Suerte, bonita.

Forma parte de tu piel. Ahora lo sabes. Oyes a la gente hablar de ese mito. Historias de brujas y duendecillos más fáciles de encontrar que a ella. Suerte de ti, que la tienes. Suerte de ti que justo en ese sitio, en ese año, ese día, a esa hora, la viste sonreír. Lo tienes claro, ella, ella es para ti.

Respiras sus suspiros. Ahora lo entiendes. Algo te movía hacia él. Entendiste que era tu cuerpo, tus latidos movidos por su corazón. Andabas sin rumbo. Brújula estropeada la tuya, que ahora te guía hacia él. Sus ganas de beberte no caben en vuestra cama. Ocultas la mirada. Le agarras por las noches con un candado a tu almohada. Por si ella falla, dormir sobre él. 

Porque el calor en las palabras contigo duele. Porque con un beso contamos hasta diez, y sabe bien. Necesítame. Te responderé. 

Cuesta encajar las piezas del puzzle, pero tenemos matricula en encontrarle un final que encaje. Todo está cuadrado. Vivimos viéndonos crecer. Nos complementamos a tientas, unidos seguro estamos bien.

Se que tu sonrisa ahora decora tu precioso rostro. Que lo intentas evitar, pero son palabras que sientes para ti. Que te escribiría una a una entre lunar y lunar, para que ni durmiendo dejes de sentirlas tuyas. Que sean ellas las que te den los buenos días, te ayuden a vestir y te endulcen las ganas de verme. Yo me encargo del desayuno, de quitarte la ropa que ellas te han ayudado a poner. Suerte de mi vida entenderte con las luces apagadas. Suerte de la tuya soñarme cuando no esté. Te buscaré en enero para disfrutarte hasta marte. En minúsculas, sí. Lo nuestro se hace grande en cada instante, sabemos de nuestro arte. Que la palabra tarde se quede fuera, que cuando salga te siga encontrando. 

jueves, 15 de enero de 2015

Vuela a suelo raso para tocar el cielo.

Sencillo escribirlo, pero creed que más fácil vivirlo. ¿Por qué pretender tocar la Luna de golpe? ¿Por qué jugar con el Sol? Nos quemaremos, y bien merecido, por listos.

No flotes arriba, baja, que aquí te espero. Nos queda trabajo, que nada se gana en un sólo día. Aquí está la emoción, la aventura, las ganas de ver que pasa mañana con nosotros. Ganas que mueven cordilleras enteras, de esas que no se dejan ver la cima por las nubes, sí, pero nuestro sitio sigue siendo su falda, aquí abajo, no te vayas. Ganas que recorren océanos gota a gota, con calma y nervios a partes iguales. Porque lo nuestro es eso. 

Hemos acertado, no hay duda. Estamos a una vida de tocar la Luna o de calentarnos al Sol en zona VIP. Estamos a una vida volando a ras de suelo, a la altura de tus suspiros y mis caricias. Porque sólo hay sitio para dos en ese vuelo y nos lo hemos ganado sudando deseos. "Alcanzamos el suelo, estrella". Bailamos con fuego, que todo lo templa. Sonríes y brillas. Cuarto creciente que me ilumina a oscuras. Esa tierna locura.

Decidimos quedarnos, disfrutar un rato, que a pares todo sabe mejor. 

martes, 13 de enero de 2015

La luz que da la noche.

Sólo se trata de un mal sueño. Recuerda. Sólo un mal sueño. Andamos de puntillas por la noche para alcanzar a ver la luz que brilla fuera. Gritamos, callamos, nos volvemos locos. Frenamos, reducimos y pensamos. Nos tenemos.

Saben mejor las noches sin pijama. Me quedo con las de otoño, caprichos supongo. Su tacto te mantiene alerta, te da la bienvenida a su noche. Noche que decide compartir, pura educación, gracias. Saben mejor las noches que no saben a noches. Los días que pasan a ser noches demasiado (poco) largas. Levantas la mirada regateando al reloj. No quieres salir de esa noche. Haces trampas por bien del sueño. Porque soñarte da miedo. 



Porque decides volverte loca cuando yo me he vuelto cuerdo. Porque tú me das la locura para ello. Ahí siguen, brillando. Tenéis que elegir una, ese es el trato. Locura en oferta, una y es toda vuestra. Saben rápido la respuesta. Esa noche se lo recuerda. 

Saben mejor las noches de guardia. Tú duerme mientras yo vigilo. ¡Qué se atreva el sueño a asustarte! Disfruta para despertarme con ganas. 

lunes, 12 de enero de 2015

Salvémonos lo que podamos.

Un querer y no poder. Un poder y no ceder. Es imposible elegir lo que se nos ofrece día a día. Es posible elegir ese día a día.

¿Por qué no al levantarnos cada día empezamos con una pregunta? Antes de poner ese temido primer pie en suelo firme cada mañana, antes de ese gusto molesto del primer bostezo en condiciones, antes del primer malestar madrugador. Antes de darse  cuenta del día que es, del "¿dónde coño estoy?" de cada domingo, del primer olor a frío exterior. Antes de todo eso, una pregunta: 

"¿Y por qué no...?"

Nos necesitamos. "Si no se dice no duele", já. Necesitamos de algo que nos empuje, una meta, un sueño, el aire de verano desde la terraza, tú.


Todo lo que nos queramos dar será bien dado. Bien aceptado. Bien recordado. Bien cuidado. Bien guardado.
Todo lo que no nos queramos dar, será nuestro. Será nuestro hasta que lo compartamos. Porque si tu confías, yo te sigo. Si no aceptas, la pregunta te quitará del día que comienza cada 24 horas. Todo es fácil, suave y deseado cuando abraza y no duele, o cuando duele abrazando alegría. Nos tendremos hasta que nos queramos seguir incluyendo en esa pregunta. 

+¿Y por qué no juegas?
- Porque necesito ayuda. Salvémonos lo que podamos. 

domingo, 11 de enero de 2015

Línea de salida,¿listos? ... ¡PUM!

3,2,1...

Se suele decir que todo en la vida hay que construirlo poco a poco. Sabiendo uno lo que se hace, que para levantar la casa de tu vida de la nada se empieza por los cimientos para acabar con el tejado. Tejado bonito, por favor. Pero así con todo, mucha organización para ir a buen puerto, mucha organización para seguir las pautas que todos han marcado, marcan y marcarán después de ti.

Estos palos, amigos, estos palos no son ese caso. 

Nacen de una siesta de esas que te ayudan a ser amigo de las resacas de pueblo, en medio de agosto, y así salió todo, de la nada, de una noche a otra. Como todo debería ser en la vida.

Bienvenidos.