Hoy son pocas las frases que voy a lanzar al viento. Siento que no es necesario, pues sobra tinta y falta tiempo. Hablar sin hablarte. Me gusta sentir que me lees desde lejos. Si, digo lejos. Porque todo lo que no sea tú y yo haciendo el amor ya es lejos. Un largo trecho. Un camino con distancia. Siempre lo veo desértico. Con cactus y buitres sobrevolando en círculos, atentos a que caigamos, desistiendo, no se si de hambre o ganas. Pero no me da miedo, porque aún cuando la distancia es insalvable, desértica, sabes hacer llover. Sabes espantar aves carroñeras y cambiar cactus hirientes por un trayecto alegre. Verde. Como tu color.
Termino esto diciendo que ha(s) llovido.
Lo mejor de poder escribir(te) es saber que lo ha(s) leído.