jueves, 23 de abril de 2015

Escribir(te).

Hoy son pocas las frases que voy a lanzar al viento. Siento que no es necesario, pues sobra tinta y falta tiempo. Hablar sin hablarte. Me gusta sentir que me lees desde lejos. Si, digo lejos. Porque todo lo que no sea tú y yo haciendo el amor ya es lejos. Un largo trecho. Un camino con distancia. Siempre lo veo desértico. Con cactus y buitres sobrevolando en círculos, atentos a que caigamos, desistiendo, no se si de hambre o ganas. Pero no me da miedo, porque aún cuando la distancia es insalvable, desértica, sabes hacer llover. Sabes espantar aves carroñeras y cambiar cactus hirientes por un trayecto alegre. Verde. Como tu color.



Escribir sin pensar es tan sencillo que asusta si os soy sincero. Ver cada hoja que te ofrecen y empezar de cero se asemeja tanto a caminar de espaldas y con los ojos cerrados al borde de un acantilado que en estas noches, siento el olor del mar. Por eso insisto al dormir que me encanta escribir de ti. Descifrarte en forma de palabras con ningún sentido aparente. Meterte dentro de un verso, de un párrafo con tu sencillez y alegría. Disfrutar de las letras como se disfruta tu buen amanecer con nada más que mi camisa.

Termino esto diciendo que ha(s) llovido. 
Lo mejor de poder escribir(te) es saber que lo ha(s) leído. 

lunes, 20 de abril de 2015

Acto de presencia.

Suelen decirnos que todo pasa por algo, que las mareas suben y bajan según dicte la Luna. No es fácil amoldarse a tus propios pensamientos. Intentando justificar las cosas de un modo en el cual para ti todo tenga sentido. Lo cómodo gusta, lo que gusta, te engancha. Crecen tus ideas como enredaderas alrededor de arboles centenarios, que las permiten seguir elevándose, a su placer. Pero escuchad, no merece la pena creer siempre en la justificación innata de todo.

La sensación indescriptible de tu canción sonando de repente. El gol de tu equipo en el descuento. Los domingos de cama y resaca a partes iguales. Los churros a primera hora de cada año. Probar suerte en una fiesta. Gritar sin medida cuesta abajo con la bicicleta. Recorrer Europa de vía en vía, Asia de oeste a este, América de norte a sur, de sur a norte. Inventarse una palabra con tu patente declarada. Bailar desnudos frente al espejo. Berrear en la ducha. Encontrarte. Cada verbo terminado en -te con el cual te lo hago ver.
Vivirte.

Que os expliquen todo esto. Que tengan las ganas y el tiempo de intentar entenderlo. Que es muy fácil ver el movimiento de una mariposa, pero nadie sabe controlar el vendaval que provoca ese agitar de alas en la otra punta del mundo. Me niego. No quiero entender las ideas impuestas, ¿por qué es mejor conocer todo la palabrería insufrible del mundo anatómico de la mariposa cuando puedes decir que se mueve pensando en salir del vientre de unos enamorados junto con todas las demás mariposas? 




Las vivencias, sensaciones maravillosas, momentos con historia que no se razonen, que se vivan. Que las explique la cama para sus adentros. Que lo comente con la almohada que dicen que es buena consejera. Todo lo que nos haga disfrutar un sólo segundo en la vida, que no te lo expliquen por favor. 

Que jamás nadie me diga porqué apareciste. O cómo encerraste a tus mariposas por mi. Únicamente, no las dejes salir. Déjalas revolotear dentro de ti, que yo las haré reír.


lunes, 13 de abril de 2015

El día de todos los besos tuyos.

No he soñado tu belleza. No he bailado con tu sabor. He vivido sin besarte alguna vez. Y ahora pienso en cómo pudo suceder. Tus pestañas abanican mi calor. Tu silbido pasa por mi entrecortado caparazón. Tus labios la llave de mi casa. Tu sonrisa un buen colchón. 

¿Dónde pasar las noches de velas? 
Qué mejor que nuestro rincón.

Los mil besos que se dan hoy con prisa. Por ser 13 de abril nada cambia. Porque un beso se regala sin cita previa. Sin calendario de por medio que nos mande. Con un simple gesto se despierta de otro modo. Se acuesta uno sin ganas de dormir. Con un simple beso se da rienda suelta a un sueño, a una suerte, a creer. 

Besad, besad, besad. 
Porque ya es día 14, y hoy, tengo aún más ganas de ti.

sábado, 11 de abril de 2015

Juego de dos.

¡Es tan sencillo hacer girar el mundo pensando en ella!

Probablemente todo en esta vida se reduzca a oportunidades. Las cuales, el universo inmerso en su propio juego se siente el rey, dedicándose a imponer normas absurdas que poco valen si tenemos su cama como premio. Estas oportunidades no os deben engañar. Tened cuidado. Solo valen lo que vuestro miedo os marque. Son momentos. Momentos por los cuales pasa un segundo de indecisión que se ocupa de reírse de lleno de nuestra seguridad. 

Cambiemos las tornas.

Para qué necesitamos que el miedo decida por nuestro corazón. El miedo no nos bombea sangre. No nos mantiene con vida. No me enamoras con tu miedo. El miedo no siente esas típicas mariposas de película que suben desde más abajo de donde está. El miedo no se merece que controlemos sus pulsaciones.


Dejemos paso a lo que nos mueve a conocernos. Lo que me impulsó a hablarte. Me dio fuerza para besarnos. El que soñó por los dos cómo sería rozarte en Venecia.

Tú bombeas mi vida por mi. Porque en mi juego, tú serás universo, normas y reina. Todas las oportunidades deberían reducirse a uno mismo. Cada momento pensado, en lo que te hace feliz.

Hablamos de mantenerse en pie. De volar usando otras alas. 
Sus bocanadas de risas intentando coger aire. 

martes, 7 de abril de 2015

Todo va bien.

No existen planes alternativos en mi cabeza.
Eres mi guía por las rutas de tu locura nocturna.
Es tan sencillo dejarse mojar por la lluvia.
Recorrer, con saliva en labio, tu pecho.
Descansar de tu guerra en nuestra paz de dos.

Hazme el amor de tal forma que los vecinos piensen que hacemos la guerra.
Compararme con la ternura de una magdalena. Qué buena idea.

Sigue en pie cada segundo de cada año imaginado.
Recuerda, volamos alto. 
Jamás se verán locos con semejantes alas.

Otro día en el que todo va bien.
(Te siento cerca).

sábado, 4 de abril de 2015

Nos quiero.

Es curioso ver como van pasando noches mientras intentamos amanecer. 
Las muchas canciones que te hacen disfrutar de un instante de tiempo que sin esos acordes de fondo podría pasar desapercibido perfectamente. 
Las películas que acaban con tu cuerpo encima del mio, dibujando nuestro mejor final. 
Un final de cine con el que ganaremos el Oscar. 

"Colorea mi vida con el caos de tus problemas", una gran prueba de ello.
El resultado de vernos reír cuando nos rozamos.
El conocernos en una película de chico conoce a chica. 
Olvidar a qué saben los días sin el otro, como trama de la segunda entrega.

Me gusta verme como un pobre tonto que es justo como quiere ser al llegar tú.
Me gusta besarte siendo yo. 
Me gusta lo bien que se nos da hacer rabiar al universo. 
Hacer que tenga celos de nuestro pequeño mundo.

Me gusta como somos cuando nos tenemos. Nos quiero.
Mucho.