domingo, 21 de junio de 2015

Compartiendo mundo.

Y ya veis, como dice la canción que gritaron en la sala aquellas voces y guitarras con olor a mar, "no existe dolor compartiendo mundo". Qué razón. Parece imposible cómo el dividir penas, doblar alegrías y saborear juntos la vida te puede llevar al todo. Que ya se pueden caer mil mundos, que el nuestro aguanta. Que ni con la mayor ola vista en Galicia se ahogan mis sueños si los cubren tus esperanzas. Este es un párrafo breve, lo mejor me lo guardo. Esto lo escribo para dejarlo por escrito, que si el futuro nos cambia, que sea de lado de la cama. Que de eso quede constancia.



Que como me pediste de la mano,
nunca pienso olvidarte.

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