miércoles, 25 de noviembre de 2015

Con la letra i.

De familia que merece la pena. Esa extraña sensación de que estas cosas no deberían pasar a esas personas. Que aun cuando todo parece triste detrás, tienes su sonrisa delante. Sus vocecillas ocupando aire y sus idas de pinza para hacerte reír. El trato con el tiempo que el sabio no consiguió entender. Porque la suerte debería estar de su parte. Mejor, la suerte debería ser su fiel servidora.

Y me dicen que con la letra i, para poner énfasis en su llamada. Para gritar y que el momento las entienda. Que conste en acta que lo suyo es un estilo distinto de magia. Es un estilo fino y a la vez sencillo. O brusco y tierno. Quién sabe. Sólo sabemos que no deberían faltar nunca, al menos, y siendo egoísta, a mi lado. Porque animan incluso cuando toca que sea al revés, porque alegran, y se refleja en sus pupilas de bonitos colores la sinceridad hecha palabra. Que suerte saber de gente que nunca te miente. Que suerte que pueda compartir días con su peligro. No sé que haría.



Que si una te ayuda con tus sueños, se mete en ellos, la otra con sus pequeños vértigos. El sonido del silencio, qué lento fluye cuando quiere el frío. No os rompéis por miedo, le hacéis vivir. Algún día tocaremos la guitarra con buen tiempo. Una lenta, cuestión de ponernos de acuerdo.

Si todo estaba pensado, si con la letra i se os llama mejor, entonces, acudid.
Que siempre os esperamos. Siempre os espera.
Siempre estaremos juntos en la espera.

Benditas superhermanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario